viernes, 9 de septiembre de 2011

Inauguración de la Plaza de Toros de La Línea 1883

El 19 de mayo de 1883 en el periódico "El Mono" de la vecina plaza de Gibraltar se se hacía el siguiente anuncio:

PLAZA DE TOROS
EN LA LINEA 

La inauguración de dicha plaza tendrá lugar el dia 20 del presente mes, en cuyo dia se lidiaran 6 toros de muerte, de la acreditada ganadería del Mayorazgo Prado.

Los diestros son El Gordito, Frascuelo y El Marinero, alternativamente.

El dia 24 y 27, respectivamente, se verificaran dos corridas de novillos de muerte, siendo los primeros de la ganadería de Moruve, y los segundos del Mayorazgo Prado.

Los espadas son El Marinero, Curro Aviles (a) Currito, de Sevilla y Bombita.


Posteriormente el mismo periódico el 23 de mayo de 1883 publica una crónica de la corrida de una forma bastante peculiar, por lo que está trascrito tal cual el original, como todos los que realizo en el blog, aunque se, que este va a costar un poco leerlo:
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 Por ser muy verídica, según opinión de varios inteligentes, publicamos la siguiente.
Reseña de la corrida e inauguración de la Plaza de Toros de la Linea de la Concepción.


Como es de sentio, en cualquiera plasa del mundo, digo del mundo español, que es el mundo torero, sigun las antigua crónica, creía yo que algunos poetas y otros que no lo son, dieran á conosé er resurtao de, lo ocurrío en el estreno de la Plasa de la viya vesina; pero como hay en er mundo persona que paesen gente, me encontré que tó era una camama mas grande que er gordito y peo que la corría deayé, y no queriendo darle er disgusto al público de no oí al que no sepa leé y de no leé al que sepa la verdá del camelo ocurrió ayé, me decidí á escrebí esta carta que va dirigía á Mr. Nivens como poteitó de los animales, sigun me podio enterá por familia que lo conosió en vía.
Antes de empesá la reseña y con motivo de sé una Plasa de estreno, es de necesiá dá á conoce er terreno; creo lo úti jasé un proyerto de las mejoras que le jasen farta á la Plasa para está en condisione de valé 50.000 duros, que sigun me dijo un amigo enterao en er nigosio de empréstame, ha costao la inagurasion, ó como se diga, del circo enclusive.
 Pus como iba disiendo, er locá no es apropósito na mas que pa la lidia, contando que hay que mejora la condision de la barrera pues en lo que se refiere á la parte de localiá de preferensia, está pobre, pero mal arregla, vamos ar disí en lo respective á los parco, que paesen gayineros y á los asientos de vaya que son los unicos pa toma una disolasion.
No digo ná de la escalera con que se sube ar piso arto por no ofende á la mora de las mugeres; en fin, que sin tóo lo que yebo dicho, voy a esplicá la causa que el público asistente tiene pa está oy como er que le sacan un empréstito forsoso.
Y si no, vamosavé, á quien le jase bien que le den un camelo en lugá de una corría en que estaba interesao el onó de los Sres. propietarios de la Plasa.
Esto lo dejo á la considerasion de los que pagaron pá no podé entrá á vé la corría de efeuto, grasia á que serraron las puertas porque se vendieron mas biyetes que el liquido de carne que la Plasa contenía.
Omito er disí que er camino de Gibartá, que es pa la plasa é la Linia lo mismo que las cañerías para la viya, queó peó que los contratistas de la Plasa é toros y tan atrasao como la limpiesa de las cayes y el alumbrao publico,  aunque este último, pase, porque jasía luna.
Vamos á la corría que ya yevamos mucho dicho de lo tocante á la plasa.
He de advertí que yo, que quiero mucho á mi presona, como hijo que soy de mi agüela, tenia pedía (por supuesto que pa compra con er dinero) una entrá en que puesto en mi sitio no me diera er só tan solo por la vergüensa de no ponerme colorao, y grasias á la amistá de mi amigo Triniá y grasias también á que acudí con tiempo, me queé sin eya, es disí, el hombre fué desente; pero en luga de darme er 180 que me correspondía, me sortó er 250, sitio desde donde pude dar grasias ar só porque no quiso jaserme pasta ó por que mi humaniá es tan flaca que el rubio no tuvo qué derretir en este cuerpo de güeso.

Ya en er pasero y viendo el yeno que la plasa presentaba me dije pa mi sombrero; los contratistas han hecho bien; en ganando la guita lo é má es una jonjana; porque, es claro, en vendiendo la localiá y mucha mas entrá de la que cabía en la plasa.
 La banda melitá no hay porque disí que se fué a la calle por no cabé en ninguna parte, y la seví ó sea de paisanos, lo jiso tan malamente que el público le dió la alternativa de cayarse ó deja á to er mundo disgustao.
Er Gobernaó del Campo se presentó en su parco y la marcha reá estuvo tan sobrá que solo paró cuando el Exmo. Sr. Aizpúrua iso seña con la mano.

Dispué, y cuando la hora de presentarse en escena la presidencia llegó, se arrojó á la plasa un cabayo con su gínete en demanda de la yave de la posá, er cual jíso las delisias de la concurrencia por lo bien amaestrao; salió la cuadriya, jiso su presentación y aqui hubo un intermedio por los de á cabayo der cuá resurto lo que no podia menos, es disí, que aunque las puyas eran cortas sigun el reglamento, se conformaron los muchachos, con disgusto de Sarvaó, y colocados los de tanda en er sitio de ordenanza sonó er clarín pa deja paso franco al primero de la familia de Prado que sigun su carta de vecidá era de 6 años, negro, meaino y llevaba er nombra de Sombrerito, bien armao y de libras, corría mas que un deudó juyeudo de los ingleses.

Cirilo lo bautizó con pérdida de un estuche y cayendo en pié; Zafra mejó de segunda. Chuchi se metió perdiendo el entrepuente y midiendo su eslora: Zafra volvió á la suerte y Cirilo luego, estando al quite Frascuelo; con otra de Zafra en que perdió el penco y otras de Cirilo y de Zafra, pasó al segundo tercio con aviso de la autoriá.
Sigun lo anunciao se banderilleó, Mendez, y Balo pacieron, este último un par al relance y el primero despues de tres salidas en falso dejó medio par a media vuelta. Sonó el Clarin y Carmona disfrazao de naranja con morao, hecho su discurso, se presentó al bicho dandole seis pases naturales, uno reondo y dos de telón para una estocá corta sin soltar y otra media de la que resultó Grajito muerto sin arte ni consencia.

Dn. Antonio, si Vd. tiene mucho inero, se lo pué dejí ar banco de España; aquí lo que queremos es que torée Vd. bien, dijo uno der gremio de los paganos. Arrastrao el bicho y los cuatro estafermos  queó en silencio er reondé y con un toque de trompeta tomó salía er

SEGUNDO, cuyo nombre era Granadino, y sus señas personales, colorao, ojo de perdiz, abierto de astas y bastante corto de vista; onse veses se arrimó á los de tanda hasiendo caé al descubierto á dos de los ginete y mandando al de reserva a gobernarse la cara y al otro mundo al esqueleto que montaba Zafra.
Pablo tomó sus palos y despues de dos farsetes le dejó un par algo desígual. Fatigas colocó otro á media vuelta repitiendo Pablo sus salidas en falso para dejar en el Granadino solo un palo, y en estas circunstancias lo encontró Frascuelo, que con traje celeste y oro y después de la plática ofisiá, dio al de Prado cinco pases entre naturales y cambiados sin poder colocarlo en buena desposision pa la muerte por la causa de ser, como hemos dicho, medio ciego; paro Salvador que no tiene genio de esperá mucho, se tiró dos voces á mata sin resurtao, consiguiendo a la tersera dar una media estocada atravesá y baja, la cual no hubiera sido sufisiente sin la ayuda de un barbian que desde el cayejon le introdujo la espada haciendolo ir a poder del cachetero.

Negro zahino, apretao, de pocas libras y menos valor fue el TERCERO, a quien le decian en su terreno Grajito, por mas que no dio pruebas de gustarlo nada los picadores: hasta sen veces probó el jierro a fuersa de mucha instansia, dejando en la arena un jamelgo.

Los banderiyeros Gaspar y Lola, adornaron a Grajito con un par de frente, otro al relance, dejando otro medio par en el toro y uno y medio en el suelo con algunas salidas en falso.

Vestido de morado y negro, y armado para matar, el Marinero se fué a la presidencia, hizo su brindis y al encontrarse con Grajito fué arroyao en un pase natural quedando otras dos veces desarmao al intentar pasarlo; el zahino se descompuso demostrando su blandura y el diestro tuvo que recetarle una al encuentro que salió buena, aunque por suerte, siendo bastante para mandar al tercero al otro barrio. 
 El CUARTO, que sigun su fe de bautismo se llamaba Cochinito, asomó la cara al circo dejando ver que era colorao, un poco ancho de cuna y muy blando. Carmona lo galleó dejándolo algo parado; Crespo, Cirilo y el reserva le tentaron el bulto, el primero seis veces sin caer y bajandose después para dar a los enterraores la langosta que montaba; Cirilo mojó tres veces y Parrado una.
Parearon Fatigas y el Pescaero colocando cada uno dos palos, y hecha la seña de clarín el Gordo se presentó al de Nuñez y despues de una brega interminable y de darle tres pinchazos lo remató con un volapié bajo y tan atravesao que el cochinito tuvo el fin de los demás de su nombre.

¡ Como ha queao el arte, señó Antonio !
El QUINTO, que era bermejo, retinto, corniapretao, se llamaba Gaditano, de buena estampa y de peso. Los gendarmes le acariciaron diez veses, tomando en cambio algunos batacazos y descontando un pagaré de Parrado.
Regatero y Valentin cumplieron uno con dos pares y otro con uno: el primero puso su segundo par de frente y con mucha grasia.

Salvador pasó a Gaditano cinco veces al natural y cinco cambiados, uno redondo y otro con la derecha tirándose a volapié con tóo el coraje de su sangre torera. La estocada, un poco tendida, fué causa de un descabollo que puso fin al quinto y salió


El SESTO, negro, bragao, bien armado, de pocas carnes y tan blando que solo cuatro puyazos quiso tomar, pasando a manos de Lolo y Gaspar, que le dejaron de tres pares, uno y dos medios.


El Marinero puso fin a la vida de Talle alto, que asi se nombraba el toro, con seis pases y una estocada de las que no tienen nombre, pero rigulá de mala.

RESUMEN.

La presidencia, medianamente.
Los toros, un Camelo.
La entrá, un yeno.
Los de a cabayo, bien.
Los de a pié, mu malitos, escento Frascuelo que estuvo pasable.
Caballos muertos, ocho, heridos tres.
Er público, disgustao.
Salu á la Empresa.



EL FLACO.
Mayo, 21, 1883,







                                                                         Luis Javier Traverso






Documento cedido por  Juan Manuel Ballesta

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