miércoles, 11 de diciembre de 2013

Situación de La Línea y los problemas de limites fronterizos con Gibraltar. 22 de mayo de 1882


En el Periódico el Día del 22 de mayo de 1882, en su página seis nos encontramos el siguiente artículo referente a situación de La Línea y los problemas de limites fronterizos con Gibraltar. Ademas una evidencia mas de que la situación peculiar de ser Pueblo Fronterizo en vez de ser un beneficio ha sido todo lo contrario, llevamos una pesada carga de dejadez y olvido

Impresiones de Viaje

Carta Quinta dirigida al Excmo. Sr. Marques de Riscal

Gibraltar 12 día del 02 de 1882

....... Como no quería tener nada que ver con los ingleses, me dispuse a aprovechar el tiempo en visitar lo que principalmente me interesaba, y por eso, omitiendo la descripción de las fortificaciones y el recuento de las innumerables piezas de artillería de todos calibres y tamaños, exceptuando los pequeños, que las defienden, sobre todo de las asestadas contra España; de las condiciones de la ciudad, de su vecindario, que parece ser el de una población franca como la de las escalas de Levante, diré que al encaminarme a la Línea de la Concepción, ciudad ¿española? que se halla a dos kilómetros de Gibraltar, me chocaron singularmente varias cosas. Una, que los ingleses, sin embargo de que en los tratados, por los cuales se les reconoció la posesión de Gibraltar; no se les concedía más terreno que el comprendido hasta las llamadas «Lagunas» que están debajo, en línea vertical, del Peñón, han encontrado medios de extender sus términos jurisdiccionales más allá, bastante más allá, donde no hay lagunas y allí han establecido cuarteles y otros edificios, entre ellos uno donde existe la maquinaria que surte a la población de agua. Es de ver la táctica que observan los centinelas ingleses; táctica que ni el ejército más adelantado de Europa conoce. Cuando están de servicio se ponen a dar largos paseos dentro del espacio cuya vigilancia les incumbe; pero los dan con tanto cálculo, que paulatinamente avanzan la línea de la jurisdicción inglesa, empleando un muy ingenioso, aunque sencillo, ardid. El terreno aquel cría hierba, aunque corta, espesa. Pasando y repasando continuamente en un sentido dado, impides que la vegetación se produzca allí donde pisan, y estas sendas, que de cada vez se van aproximando más al terreno español, las presentan como demostraciones de que les pertenece el suelo aquel. Con las garitas de los centinelas hacen una operación muy semejante. Como los segundos, se alejan poco a poco de las primeras, encuentran más cómodo acercar éstas a los centinelas que no los centinelas a las garitas, y por este procedimiento aseguran mas la posesión de lo ganado; ¿Sont ils forts?.

Otra anomalía se observa. Las aguas inglesas, que no debían pasar de las Lagunas, se introducen tres kilómetros en el territorio español, de suerte que la orilla del mar, por la parte de la bahía, aunque esté cubierta de carabineros españolas, y aunque divisen una embarcación de la cual sepan con certeza que es contrabandista, y aunque esté tan próxima como se quiera a tierra, no pueden perseguirla. Creo que no hay necesidad de explicarse mas para comprender lo que esto favorecerá el contrabando.

Después de enterarme perfectamente de lo que acabo de decir, entré en La Línea de la Concepción. Paso por alto que los ingleses, durante la guerra de la Independencia, derribaran las fortificaciones allí existentes, y que no permitan el levantamiento de otras; no quiero decir ni una palabra de semejante fruslerías; voy á hablar de la mencionada población.

Hace pocos años qué solamente la constituían un número reducidísimo de casas muy mezquinas, porque el Gobierno, por razones de seguridad y otras que interesaban a la Hacienda, no consentía que se levantase ningún edificio; pero desde hace poco han cambiado las cosas, y La Línea de la Concepción es una ciudad situada como he dicho, a dos kilómetros escasos de Gibraltar, que sin tener fábricas de ninguna clase en su recinto, sin poseer terreno que dedicar a la agricultura, absolutamente ningún terreno, va desarrollándose y prosperando de un modo pasmoso. El movimiento de carruajes y de carros que hay entre ella y Gibraltar, puede, sin exageración, ser comparado al de Madrid en un día de toros; téngase presente, para la mejor apreciación de este dato, que La Línea no encierra arriba de 12 a 13.000 habitantes, muchos de ellos extranjeros, y que Gibraltar es una ciudad muy pequeña.

Algeciras, bien inmerecidamente por cierto, esta decayendo de una manera lastimosa. Su puerto, que debía constituir, uno de los recursos más eficaces para hacer la contra a Gibraltar, un resguardo para las embarcaciones cuando el Levante sopla, esta proyectado y nada más. El fondeadero, como hoy se halla, reúne tan malas condiciones, que al menor temporal, y esto lo digo por experiencia propia, ni aun e esquife pequeño puede acercarse al miserable muelle que hay: en hombros hay que sacar a las personas.

Algeciras ocupa una posición inmejorable con respecto a la vecina corte de África, circunstancia que debe tener en cuenta para la misión que debemos desempeñar allí. Ahora sucede, por desgracia, que Andalucía está atravesando una situación angustiosísima, a consecuencia de la escasez de las cosechas. ¿No seria un buen medio do dulcificarla, el de emprender las obras de un puerto tan reconocidamente necesario como el de Algeciras?

Sobre Algeciras ha pesado una acusación, cuya exactitud desconozco. Han dicho que por ella se verificaba un contrabando escandaloso. ¿Ha tenido remedio el mal? ¿No cabe aquello de decir; peor estaba?. Téngase presente que Algeciras es una ciudad muy española, en sentimientos y en intereses: al buen entendedor….


Luis Bartre.






Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico El Día del 22 de mayo de 1882 de la Biblioteca Nacional de España

domingo, 8 de diciembre de 2013

La Escuela de A.T.S. en La Línea, una Realidad que desapareció dos años después.

Como todo lo que conseguimos tener en La Línea de la Conccepción, la Escuela de A.T.S.como por arte de Magía desaparecen de este Pueblo y aparece en otro, conseguieremos algun día mantener algo en nuestro Pueblo.

La Escuela de ATS de La Línea duró sólo dos cursos porque en 1977 desaparecieron los ATS (Asistentes Técnicos Sanitarios) para convertirse en DUEs (Diplomados Universitarios en Enfermería). Al empezar a ser una carrera universitaria, las autoridades dijeron que no podía mantenerse porque tendrían que venir profesores universitarios desde Cádiz y eso no era posible. Unos años después la abrieron en Algeciras y los profesores venían todos los días desde Cádiz hasta que sacaron las plazas a concurso.

A continuacion podreis ver varios articulos aparecidos en el periódico AREA:




 













Documentos cedidos por  Rogelio Rodriguez Jimenez

Fiestas en La Línea. Velada de 1923




Nido de Canarios, magnifica carroza que obtuvo el primer premio.


Con una gran asistencia de forasteros, especialmente de familias inglesas de Gibraltar que no desperdician feria por sencilla que sea, pues las costumbres y ferias españolas les atraen y subyugan, se han celebrado en La Línea de la Concepción los festejos popularísimos de Julio. Como en las capitales de importancia , la junta no ha querido privar a vecinos ni forasteros de buenos números, que no solo sirvan para distraerlos, sino que constituyan carteles de atracción. Las corridas de toros se organizaron con los elementos mejores con que cuenta la torería y las ganaderías de reses bravas. Los componentes, repetimos, fueron colosales, ahora de lo que hayan divertido toros y toreros a la afición, es que respondan ellos.  El numero de mayor atracción del programa lo constituyó una batalla de flores, en la que se representaron lindas y muy artísticas carrozas cuyo mejor adorno lo constituían las mujeres que las ocupaban. ¡ Que guapa la mayoría !.




Casa Japonesa, preciosa carroza que obtuvo el segundo premio.



Equipo de la Union Deportiva Linense, que obtuvo dos copas de las tres que se otorgaron como premios.



Señores que integran la Junta de Festejos y Jurado que otorgó los premios en la Batalla de Flores a las Carrozas presentadas.    Fot. Bruzón.





Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico la Union Ilustrada de Malaga del 05 de Agosto de 1923

viernes, 6 de diciembre de 2013

La Fiesta de la Bandera en 1923




Detalles de la fiesta de la Bandera. Momento de ser condecorado un Sargento de la Cruz Roja, por los méritos contraídos durante su actuación en la misma.



Distinguidas señoritas linenses que con motivo de celebrarse la fiesta de la bandera organizada por la Cruz Roja, se ofrecieron a postular a beneficio de la altruista institución.



La Presidenta de la Cruz Roja acompañada de los señores de la Directiva, durante la celebración de la fiesta de la bandera.  Fotos Bruzón.




Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico la Union Ilustrada de Malaga del 10 de junio de 1923


jueves, 5 de diciembre de 2013

Siniestros Marítimos en nuestra Bahia y Levante: Naufragio de la barca "La Casa"


Siguiendo con los Siniestros Marítimos ocurridos en la Bahía de La Linea de la Concepción y Playa de Levante ( el primero que redacte fue el del "Utopia") me encuentro en la Hemeroteca con este ocurrido el 14 de marzo de 1886 de la barca española "La Casa" de matricula de Ribadeo y cuyo capitán es D. José Rodríguez.

La Crónica del periódico "El Correo Militar" es la siguiente:


SlNIESTROS MARÍTIMOS.

De los ocurridos anteayer dan cuenta los telegramas oficiales es los siguientes términos:

Gibraltar 12 (3,10 tarde). —Esta mañana, a las nueve próximamente, se supo que tres buques, uno de ellos español, corrían peligro de inminente naufragio en las inmediatas aguas de la Atunara.

La noticia llegó a conocimiento de nuestro cónsul, Sr. Valladares, y como en la Línea no hay aparatos ni medios de salvamento avisó alas autoridades de esta plaza, que inmediatamente mandaron todo lo necesario para salvar del peligro dichos buques. Esta varado el español, que es el bergantín La Casa, de la matrícula de Ribadeo, con cargamento de sal para la Habana. Cuatro de sus tripulantes se han salvado ya, y es de esperar que se salvarán los ocho restantes.

Algeciras 13 (12,40 tarde). —El comandante general del Campo a los ministros de la Gobernación y de Estado:

El temporal deshecho de anteanoche hizo embarrancar en la playa de la Línea a la brik barca española La Casa, capitán D. José Rodríguez, al vapor inglés Sichidair, capitán Fraceq, y bergantln-goleta inglés Etalsraad. Los auxilios prestados por la autoridad militar de la Línea con fuerzas de la guarnición y las autoridades de Gibraltar, con
nuestro cónsul y algunas tropas inglesas y ocho bravos pescadores españoles han logrado salvar a todas las tripulaciones, excepto al capitán Rodríguez y un maquinista inglés, víctimas de la impaciencia. Al primero le arrojaron las olas a la playa.

Gibraltar 13 (12’30t.) —A los ministros de Marina y de Estado:

Autoridades de Línea incoan diligencias sobre naufragio del bergantín Casa, para remitirlas al Juzgado de San Roque; tripulación recogida por dichas autoridades; barca abandonada; esperanse órdenes para intentar remolque de todo. He dado conocimiento a la comandancia general del Campo y comandancia militar de marina de Algeciras. Participo también a V. B. con gran satisfacción, que trabajando todo el día sin resultado por estado del mar el aparato de salvamento de esta plaza a favor del vapor inglés Cajico, el peligro era cada vez mayor, y aproximándose la noche, 11 marineros españoles de la Atunara, con autorización pedida al gobernador de esta plaza, presente todo el día en el lugar del siniestro, con inminente peligro de sus vidas lograron salvar en un bote a 18 de los náufragos ingleses, pereciendo solamente el tercer maquinista, porque falto de fuerzas al embarcarse en el bote, cayó al mar, desapareciendo instantáneamente. Nuestros heroicos marineros fueron aclamados unánimemente y el gobernador los felicitó con entusiasmo. Con oficio de hoy remito a V. E.. nota de dichos marineros, que recomiendo a su bondad y consideración. —El cónsul de España.



Merced á los auxilios de la escampavía de guerra Vestal han sido salvados 18 náufragos del vapor inglés que anteayer se fue a pique en las inmediaciones de La Línea (Cádiz).





Luis Javier Traverso





martes, 3 de diciembre de 2013

La Unión Ilustrada de Malaga varias Noticias (I)

Diferentes Noticias aparecidas en la Prensa "La Unión Ilustrada" de Malaga desde 1909 a 1930. Logicamente que hable de La Línea de la Concepción



31 de julio de 1910


La Línea: Manifestación anticlerical, organizada por la Coalición Republicano-socialista a la que asistieron mas de ocho mil personas.


HAZ CLIC AQUI PARA SEGUIR

En honor de un Soldado Heroico: Joaquin Rios Morito



El Heroico soldado Hijo de La Línea de la Concepción Joaquin Rios Morito, del batallón expedicionario de la Corona, que por su heroico comportamiento en el combate de Casablanca defendiendo un camión blindado que se precipitó en una zanja, que los moros habían preparado, ha sido condecorado con la medalla militar.



Banquete al Soldado Rios: El general Villalba (2) y el heroico soldado Rios (1)





El banquete organizado en honor del soldado del batallón de la Corona, Joaquin Rios Morito



Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico la Union Ilustrada de Malaga del 06 de agosto de 1922

lunes, 2 de diciembre de 2013

Fiestas en La Linea. Velada de 1921


Hermoso aspecto que presenta el Paseo de la Velada donde está instalado el Real de la Feria.


Con la brillantez que en tantas ocasiones se ha puesta a prueba se han celebrado en La Línea las fiestas que lograron congregar en la pintoresca ciudad extraordinario numero de forasteros. Las corridas de toros, las veladas y la batalla de flores, han resultado espléndidas siendo muy elogiada la Junta Organizadora. 



Banquete en honor de los afamados ganaderos Hermanos Gallardo por el éxito logrado con sus toros.


También en La Línea y con motivo de la bravura y nobleza de los toros lidiados en una de las corridas y pertenecientes a la famosa ganadería  de los señores Gallardo Hermanos, se ha organizado un banquete en honor de estos simpáticos criadores de reses bravas, que de seguir criando sus toros como hasta aquí , lograran hacerse indispensable en todas las las plazas donde se celebran corridas de importancia.



Bellísimas señoritas de la alta sociedad que obtuvieron premios en las carreras de cintas en automóviles.



Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico la Union Ilustrada de Malaga del 17 de agosto de 1921

domingo, 1 de diciembre de 2013

Boda Aristocrática en La Línea en 1921




Los nuevos esposos saliendo de la iglesia, después de la ceremonia nupcial.



Tanto por lo conocidos y estimados de los contrayentes, como por la brillantez extraordinaria que el acto revistió, constituyó un verdadero acontecimiento en La Línea de la Concepción el enlace de la bella y simpática señorita Natividad Beaty con el distinguido joven comerciante e industrial don Manuel Vergara, de distinguida familia de Antequera. El Altar del Sagrario en el que se venera la hermosa imagen del Sagrario Corazon de Jesus, fue el elegido por los novios para recibir la bendición nupcial.



Boda de la Bella señorita Nati Beaty con D. Manuel Vergara. La exposición de los regalos.




Boda aristocráticas. los novios y los invitados después de la ceremonia. Fotos Garci-Sanchez.




Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico la Union Ilustrada de Malaga del 19 de enero de 1921.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Detalles de la Feria de La Línea 1920

En la Revista La Union Ilustrada del 29 de julio de 1920 aparece el siguiente artículo:





Bellas señoritas que presidieron una Becerrada benéfica.


Con mayos brillantez que años anteriores, se ha celebrado el actual la Feria en La Línea, que cada vez adquiere mayor fama y atrae considerable numero de forasteros. A mas de las corridas de toros y la becerrada aristocrática, se ha celebrado otros números muy interesantes, entre otros el Coso Blanco y unas carreras de Cintas. La Becerrada aristocrática fue presidida por la señora de coronel, comandante militar de esta Plaza y como madrinas, las aristocráticas señoritas  Carmen Diaz, Maria Tabera, Ana Gomez, Amparo Chacon, Teresa Dotto, Abrenes, Rogelia Beaty, Joaquina Fava, Diolenda Fares, Kity, Andibet, Paloma Berruya, Adela Izquiana y Ana Chacon.




Detalles del Coso "Pajarito de papel" que obtuvo el segundo premio



El Coso Blanco. Carroza figurando un aeroplano.



El Coso Blanco. Auto ocupado por bellisimas señoritas. Fotos Brujan



Jurado calificador en las carreras de cintas.



El Jurado calificador del Coso Blanco, integrado por los señores, Ramirez, Ruiz, Anguiano y Ferrari. Foto Mujin.



Jóvenes que tomaron parte en la becerrada a beneficio de Centros benéficos.


Con motivo de la feria de La Línea, que es una de las mejores de Andalucia y después de celebrada las dos grandes corridas de toros los dias 11 y 12, se organizó por el rico propietario don Fernando Gallardo, una novillada benéfica, con ganado de la viuda señora de Gallardo con el fin de recaudar fondos para el Asilo Hospital que se va a construir. Tomaron parte como matadores los distinguidos jóvenes don Fernando, don Juan Gallardo y don Leopoldo Fernandez y como banderilleros y directores de lidia los novilleros Pajarero y Moyano. De picadores actuaron don Francisco Perpen, don Francisco Clavero, y don Rafael Pallares. Empezó la fiesta haciendo cada uno de los proezas que pudo, en el arte de Cúchares. El que mas se distinguió fue D. Fernando Gallardo.



Aspecto de la presidencia de la divertida fiesta taurina


Luis Javier Traverso






Publicado en el periódico la Union Ilustrada de Malaga del 29 de julio de 1920.
La Foto Original cedida por Enrique Alejandro Carreño

martes, 26 de noviembre de 2013

Desalojo del Hospital de La Línea por aviso de Bomba el 11 de julio de 1987





El 11 de julio de 1987 se recibió un aviso de bomba en el hospital de nuestra ciudad. Para no correr riesgos, se procedió al desalojo, incluidos los enfermos más graves de la UVI (aún no se le decía UCI) que fueron trasladados a Algeciras. 



El celador de pelo blanco que lleva los botes de suero se llamaba Bernardo









Documentos cedidos por Rogelio Rodriguez Jimenez. 

Del periódico AREA


Gibraltar la Colonia Actual y Futura en 1902



En un artículo escrito por Alfredo Vicenti para el periódico el Liberal del 09 de octubre de 1902 reflejaba la verdad de lo que suponía la Plaza de Gibraltar para el Campo de Gibraltar y sobre todo para La Línea de la Concepción de la que decían:
....Esa población, única en España que por su fantástico incremento recuerda el de algunas grandes ciudades de Australia y de los Estados Unidos, puede y debe formar una especie de ansa Industrial y mercantil con las poblaciones comarcanas.
Puede ser este el motivo por lo que otras poblaciones no nos dejaron crecer...?

También decía otra gran verdad:
...Tanto más segura vivirá España, cuanto más crezcan y medren estas poblaciones. Si se las ayuda, acabará Gibraltar por depender de ellas en la esfera del tráfico y en la del consumo...
Pero todo ha ocurrido al contrario, en fin, aquí os dejo el artículo completo que dice así:


GIBRALTAR  LA COLONIA ACTUAL Y LA FUTURA

Créese generalmente en España que Gibraltar es una ruda fortaleza, dentro da cuyos muros viven los elementos civiles punto menos que de limosna.

Así sucedió durante siglo y medio, y, á decir verdad, quedan todavía en Inglaterra algunos centenares de soñadores que claman por la resurrección del viejo sistema militarista.

Pero ni ahora existe ni hay posibilidad da resucitar lo que, en rigor, jamás tuvo substancial y positiva existencia.

De 1724 a 1791 la población civil fluctuó entre 3.000 y 4.000 habitantes. De 1791 a 1814 dio un enorme salto y ascendió a 9.000, pese a la inflexibilidad de las leyes militares, que no otorgaban a nadie el derecho de residencia, y que atribuían al gobernador de la plaza la facultad de expulsar a todo el mundo.

Apelóse, en vista de ello, a medidas draconianas. Fue negada licencia para contraer matrimonio a los paisanos, no unidos con la guarnición por vínculo directo. Se prohibió la venta pública en los mercados hasta después de servidos los batallones. Y derruyendo unos  predica y dejando que se desmoronasen otros, se redujo metódicamente el número de viviendas habitables.

Arbitrariedades inútiles.

A fines de 1816 residían 9.633 personas (civiles) en 1.660 casas, A principios de 1869, en menos de 1.100 casas, residían más de 17.000 personas. Y en la actualidad son 20.985 las que ocupan igual o acaso menor numero de viviendas.

A 25.000 ascenderán forzosamente dentro de diez o doce años. Si no lo hace el desarrollo progresivo del comercio, lo impondrá por si solo el aumento de la guarnición terrestre o marítima, pues harto se sabe que la proporción biológica necesaria entre los elementos civiles y los elementos militares que conviven en poblaciones modernas, es cuando menos de 4 a 1.

¿Dónde se meterán entonces treinta y tantos o cuarenta millares de individuos?

Aquí no cabe más gente.

Dejo para luego el examen de este punto, y voy antes a sintetizar porque viene muy a cuento el régimen de la Colonia.

Las 20.985 personas se costean hoy, con recursos propios, todos sus servicios, poseen un razonable tesoro y prestan cantidades a compran valores a las demás colonias Inglesas.

Su presupuesto de 1902, mayor que el de los anteriores ejercicios, importa 2.305.314 pesetas por Ingresos, y 2.213.112 de gastos. Habrá, pues, en la liquidación un superabit de 92.202 pesetas.

Todos loe rendimientos están en alza, principalmente el de Aduanas, que en 1902 será da 25.300 libras esterlinas, no habiendo sido más que de 20.600 en 1901. Adviértase que en la Aduana solamente tributan el tabaco, los vinos, los espíritus y los licores.

La Colonia paga el gobierno general (4.500 libras anuales percibe el comandante en jefe, sir George Stewart White), el departamento de secretaría (2.940), la justicia, la administración, la policía, los correos y telégrafos (500 libras cobra la directora, miss Margarita Creswell), la instrucción publica, el servicio de higiene y salubridad, la asistencia médica domiciliarla, un hospital civil de primer orden y un magnífico hospital de dementes.

Costea asimismo pensiones de retirados o inválidos, y da subvención a Iglesias de diversos cultos.

Se administra autonómicamente y tiene un Gran Jurado constituido por 36 miembros, de los cuales 23 ejercen el ministerio de asesores.

En sus relaciones mercantiles con el exterior, entienden un Comité de Bolsa y dos Cámaras de Comercio, una internacional y otra judía.

De estas franquicias y libertades de hecho, poco a poco obtenidas por la ciudad, claramente se deduce que la plaza ha perdido su carácter exclusivo y típico de fortaleza.

Y de la compenetración cada día mayor entre las Instituciones civiles y las Instituciones  militares, indúcese con igual claridad que ya no puede volver ser lo que fue en el siglo XVIII.

«A la población civil, a la militar y a la naval»; en ese orden de prelación se redactan y encabezan los mandatos dirigidos al público.

El General White se llama de oficio gobernador y comandante en jefe de la ciudad, guarnición y territorio do Gibraltar.

Meses há, el noble defensor de Ladysmith (ahora ausente en Inglaterra), fue acusado por los trabajadores locales, de quienes hicieron interpretes las Trade Unions, de haber servido a la Federación patronal, enviando a los pontones soldados que reemplazasen a los carboneros huelguistas.

Sir White que, según la ley todavía no derogada, ejerce en la plaza el derecho omnímodo de admisión, expulsión y regulación, negó modestamente el envío, y demostró, sin considerar vilipendiada o disminuida su autoridad, que no había lugar a la censura.

Cierto que en esa huelga análoga de ladrilleros Ingleses acababa de formular parecidas explicaciones nada menos que lord Robert, el generalísimo de los ejércitos  de la Gran Bretaña.

Honra sobremanera a entrambos generales la muestra de respeto dada a las libertades y a las leyes comunes del Reino Unido. Pero es mas notable la moderación de sir White que, al fin y al cabo, gobierna militarmente una Colonia. Más notable y gráficamente demostrativa do que la ciudad de Gibraltar no se conceptúa ni tornará a ser conceptuada como una simple fortaleza.

Y vuelvo ahora a mi pregunta.

Pues que aquí no cabe más gente, ¿dónde se alojará el exceso de población civil y militar que para dentro de pocos años se adivina?

No se adivina, está ya anunciado en términos categóricos.

Dudo, por motivos que en otros artículos precisaré, que se intente de veras la construcción de otro dique en los acantilados o en las arenas movedizas de la parte oriental de la Roca.

Pero, acabado el que en la parte S. O. se construye, vendrán a instalarse en la ciudad cuatro 5 cinco mil personas, encargadas de atenderlo, de vigilarlo y de servirlo.

Pronto llegará de Inglaterra un teatro de acero con capacidad para 1.600 espectadores, el cual será montado en las cercanías del Dockyard, que tanto ha dado que hacer a la Cámara de los Comunes.

Pues bien; la Sociedad explotadora, al lanzar sus acciones, ha declarado —y con esto no hay chanzas en Inglaterra— que el capital tenía garantizado su interés, gracias a la asistencia segura de los empleados y dependientes del dique.

¿Que albergue encontrará ese o cualquier otro refuerzo do población en una tan angosta colmena?

La contestación salta por si sola a la vista y a la pluma.

En las ciudades y los pueblos del Campo español necesitarán buscar albergue nocturno los nuevos moradores, o los antiguos, que para dejarles sitio abandonen de grado o por fuerza sus hogares.

Apenas aumentado el número de habitantes en algunos miles, se reproducirá en Gibraltar lo que acontece en las capitales de Inglaterra y de la América del Norte.

Los funcionarios y los negociantes pasaran en sus oficinas y escritorios el día, y se irán a comer y a dormir a los lugares del contorno donde hayan adquirido o alquilado viviendas.

Algo de esto ocurre ya, e inmenso será el asombro de nuestros políticos de secano el día en que el consulado de Gibraltar, donde el Sr. Marti y su segundo, el Sr. Boada, trabajan ardorosamente para el Nuncio, remate la curioseara estadística de casas y propiedades compradas por súbditos ingleses en tierras españolas.

Se avecina, por consiguiente, no un nuevo peligro, como supondrán los cortos de ánimo y de criterio, sino una ocasión excelentísima para que La Línea, Puente Mayorga, Algeciras, San Roque, Los Barrios, Jimena y el Campo todo mejoren sus intereses, a la vez que defiendan, tranquila y pacíficamente, los de la patria.

Requiéranse a tal fin carreteras y tranvías que los pongan en rápida comunicación mutua, y que los unan o identifiquen con el resto de la Península, de la cual se hallan hoy más distanciados que los aduares de la otra banda del Estrecho.

Parece que se ha sacado a subasta (y alguna parte le toca a El Liberal en ello) la reparación de la carretera famosa de Gibraltar á La Línea, y que lo mismo se va a hacer con la provincial de El Campamento á San Roque.

No basta eso, aun suponiendo que haya licitadores que confíen en la solvencia de la Diputación de Cádiz.

Por las oficinas de Madrid rueda, no se desde cuándo, un proyecto de tranvía a vapor que, partiendo de la estación de San Roque, debería llegar a espaldas de La Línea por terrenos no sometidos a la concupiscencia del invasor futuro.

Modere su laudable susceptibilidad la Jurisdicción de Guerra, y considerando que un riel se levanta y un camino real, es corta en obra de minutos, no oponga obstáculos a que el Campo de Gibraltar se cubra de ferrocarriles, de tranvías y de carreteras.

Tanto más segura vivirá España cuanto más crezcan y medren estas poblaciones. Si se las ayuda, acabará Gibraltar por depender de ellas en la esfera del tráfico y en la del consumo, como que los moros no llevan al Peñón más que huevos y gallinas.

Los 45.500 habitantes de La Línea (así rezan las estadísticas británicas) serán mañana cincuenta o sesenta mil, y se impondrán en términos naturales y pacíficos a los treinta o treinta y cinco mil de la Roca gibraltareña.

Esa población, única en España que por su fantástico incremento recuerda el de algunas grandes ciudades de Australia y de los Estados Unidos, puede y debe formar una especie de ansa Industrial y mercantil con las poblaciones comarcanas.

Y en ello tendrá España el mejor instrumento para repeler á Inglaterra invasora, o para entrar A medias en los negocios del Estrecho con Inglaterra amiga.

Por el método de aislamiento del Campo, que observamos hoy, se da la razón a los que han trazado el mapa irrisorio de una Andalucía británica. Por el camino opuesto, que es el derecho y el racional, no nos costará trabajo excesivo el transformar The City, Garrison and Territory of Gibraltar, en un fragmento de Inglaterra andaluza.

Alfredo Vicenti






                                                               Luis Javier Traverso








Documento del Archivo de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España.

domingo, 20 de octubre de 2013

Las Negociaciones Anglo-Hispanas en el Libro Encarnado 1882





El Día del 31 de diciembre de 1882

Dentro del Artículo Círculos políticos en la página 3

Nos falta espacio y tiempo para ocuparnos en los documentos que contiene el Libro Encarnado del cual
publicamos en otro lugar un extenso extracto. El libro no se ha repartido todavía a los representantes del país. E1 periódico que esta mañana da a conocer los documento, extractados, no inserta una comunicación importantísima del señor marqués de la Vega de Armijo, referente a la cuestión de aguas jurisdiccionales de Gibraltar, comunicación en que se atiene nuestra ministro de Estado al tratado de Utrecht, no reconociendo los derechos adquiridos por Inglaterra en negociaciones entabladas en 1810.

Sa ha hablado poco del Libro Encarnado, sin duda porque hasta hoy no ha comenzado a conocerse. Además, por desgracia, estos asuntos no interesan como debieran a nuestros hombres públicos, que suelen examinar las cosas de la política internacional con alguna ligereza y bajo el punto de vista de la oposición ó de la defensa a que pueda prestarse un acto de un consejero responsable ó de su partido. Más claro; que todo aquí se convierto en política interior de la más menuda y de la más estéril.


En la página 1 se encuentra el artículo



El Libro Encarnado

Casi terminada la impresión, va a ser distribuido uno de estos días a los miembros del Parlamento. El
periódico de la presidencia del Consejo nos anticipa hoy los principales documentos que contendrá. El sumario de los asuntos a que se refieren es el siguiente:

Cuestión do Saida; indemnizaciones (terminada), Canal de Panamá y de Suez (terminada); negociaciones para el tratado de comercio con la Gran-Bretaña; jurisdicción marítima y terrestre de Gibraltar; reclamaciones y ratificación del tratado de paz con el Uruguay firmado en 1870 (terminada); ………………….


TRATADO CON INGLATERRA


El último documento de este capítulo da idea del estado de las negociaciones:

« El ministro de Estado al ministro plenipotenciario de S. M. británica.

San Ildefonso 12 de Agosto de 1882

No es que e1 Gabinete de Madrid, que se complace en mantener las mas amistosas relaciones con el de Londres, no se halla dispuesto a hacer cuento esté de su parte para mejorar el estado actual de las relaciones comerciales entre España y la Gran Bretaña, por lo que a ambas naciones interesa, sino que por grandes que sean estos deseos, cuya conveniencia es el primero en reconocer, al Gobierno de S.M. se encuentra en la imposibilidad, por las razones que expuso a V.E. en mi referida nota de 22 de junio, de conceder a la Gran Bretaña el trato de nación mas favorecida sin la celebración de un tratado de comercio.

Al manifestarle así a V.E. le hice presente al mismo tiempo que durante la negociación de aquel pacto podrían estudiarse, a la vez que las alteraciones de la escala alcohólica y las rebajas en los derechos de los vinos, el punto relativo al contrabando que se verifica desde Gibraltar; pero sin que esto significara en modo alguno que los acuerdos que sobre el particular pudieran concertarse entre los dos Gobiernos. Habrían de formar parte de las estipulaciones del convenio que hubiera de celebrarse.

De todos modos, el Gobierno de S.M. siente a su vez, muy de veras, que el de S.M. británica atribuya a falta de buen deseo lo que únicamente es hijo de la desproporción que, en nuestro entender, existe entre lo que solicita y lo que a su vez concede y espera que, tomando en la consideración debida esta desigualdad, no tardaran en reanudarse una negociaciones cuyo resultado ha de ser el desarrollo e incesante incremento de las transacciones mercantiles entre los dos países.

Al manifestarlo a V.E. aprovecho, etc…..





El Día del 06 de enero de 1883
Publicado en la página 1

El libro encarnado 



Nuestros lectores conocen ya los asuntos de que trata el Libro encarnado. En la imposibilidad de examinar todos los documentos en él insertos, prescindiremos de las negociaciones y terminadas de un modo definitivo, para ocupamos solo de las materias pendientes aún de solución. 

Nada diremos, siguiendo esta línea de conducta, de las negociaciones con Francia acerca de los sucesos de Saida, ni de la contestación dada a la nota de mister Blain sobro los derechos de los Estados-Unidos a la garantía exclusiva del Canal de Panamá. La respuesta nos parece digna y adecuada a los grandes intereses de España en aquella región. Sigue a estos asuntos la negociación para que se reconociese el derecho de España a intervenir en las deliberaciones relativas a la navegación en el Canal de Suez. 

Llama desde luego la atención la cariñosísima acogida de Italia a las pretensiones de España, y las frías respuestas de Inglaterra, equivalente casi a formal negativa. Más no anticipemos ideas que tendrán cabida al examinar el estado actual de nuestras relacionas políticas y comerciales con la Gran Bretaña. 

A dos puntos principales se ha referido las negociaciones con la Gran Bretaña: a las aguas jurisdiccionales de Gibraltar y al tratado de comercio. Examinemos separadamente ambos asuntos. 

La posesión de Gibraltar ha de ser, mientras subsista, causa de profundos disgustos entre España é Inglaterra. Es el continuo recuerdo de nuestra humillación y de nuestra afrenta. Jamás renunciaremos a aquella parte de nuestro territorio. 

Las comunicaciones acerca de este asunto comenzaron en tiempo de los conservadores; la primera, de 20 de Febrero de 1879, lleva la firma del Sr. Manuel Silvela; la última, de 1º de Junio de 1882, está suscrita por el actual ministro de Estado; pues todos los que en la negociación han intervenido sostienen la misma causa, expresan una sola aspiración. ¿Puede darse mas clara muestra de que en este asunto España no tiene más que una aspiración y un deseo?. 

Nuestro aplauso a todos los que han sostenido los derechos de España, para la cual la posesión de Gibraltar por Inglaterra será siempre una gran injusticia, una monstruosa iniquidad. 

Nos falta espacio para examinar las pretensiones de ambas potencias y tratar, con la extensión que merece, un asunto importantísimo; el tratado de comercio. Lo haremos en nuestro primer artículo. 





El Dia del 07 de enero de 1883


Publicado en la Pagina 1:

El libro encarnado 



Eu los documentos relativos a la jurisdicción marítima y terrestre de Gibraltar, se ve, desde luego, el propósito de Inglaterra de obtener el reconocimiento, por parte de España, de los despojos que sin el menor derecho ha cometido, de un modo lento, hasta avanzar mas de 1.100 varas (919,49 metros) en territorio español, cuando según el tratado de Utrecht, «Felipe V cedió sólo la ciudad y castillo de Gibraltar con su puerto de defensa y fortalezas.» Todo lo que a más de lo taxativamente marcado en ese pacto pose hoy Inglaterra, es un verdadero despojo cautelosamente cometido. Obtener el reconocimiento de estos hechos por España es una espacie de aditamento al tratado de Utrecht: tal hubiera sido el resultado para Inglaterra de haberse aceptado sus proposiciones. 

Inglaterra propuso que se adoptara como base de arreglo en cuanto a la jurisdicción marítima el mediun filum aquae, a lo que contestó España que esa frase era muy ambigua, tratándose de una bahía como la de Algeciras, y propuso en sustitución de esa frase la de dividir las aguas de una manera conveniente y de suerte que no quede parte alguna de la costa sin aguas jurisdiccionales. A esta pretensión contestó el representante de Inglaterra. M. Fitz Roy Langley, que la proposición de España era inadmisible por cuanto aunque la costa desde el campo de Gibraltar hasta Punta Mala es indudablemente española, las aguas las aguas que la bañan son inglesas. De suerte, que limitando la cuestión al contrabando, principal punto a que se referían las negociaciones, puede suceder, según la teoría Inglesa, que una lancha cargada de contrabando cruce a pocas varas de la costa española, sin que nuestros resguardos puedan ejecutar contra ella el menor acto do hostilidad por encontrarse en aguas inglesas. Desde la famosa teoría de los mares propiedad de nación determinada, no habíamos visto ninguna otra comparable a esta de costas españolas bañadas por aguas inglesas. 

Por extrañas que estas pretensiones parezcan nuestros lectores, aun hay otras mas peregrinas todavía; las relativas a la jurisdicción terrestre. El artículo 10 del tratado de Utrecht dice terminantemente: Para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercancías, quiere el Rey Católico, y supone que así se ha de entender, que la dicha propiedad se cede a la Gran Bretaña sin jurisdicción ninguna TERRITORIAL Y SIN COMUNICACIÓN ALGUNA ABIERTA CON EL PAIS CIRCUNVENCINO POR PARTE DE TIERRA. En 27 de Diciembre de 1880, el ministro plenipotenciario de Inglaterra propone; Que se vuelva al statu quo, en que los soldados no pasaban más allá de la línea de los centinelas establecida de una y otra parte, a no ser con las formalidades que entonces so observaban. Que para mantener el orden en el campo neutral se empleen agentes de policía de los dos Estados. Que si todavía se conservan centinelas armados españoles dentro del campo neutral se retiren inmediatamente. 

El Gobierno español se apresuró a contestar que aceptara las proposiciones, entendiéndose que no renunciaba por la segunda al derecho que el tratado de Utrecht le daba, en el mal llamado campo neutral, y que estaba dispuesto a retirar sus centinelas, siempre que Inglaterra hiciese otro tanto con los suyos. A esta petición contestó lord Granville que Inglaterra no podía retirar sus centinelas; que lo mas que podía hacer era permaneciendo la línea de centinelas donde actualmente se halla, comprometerse a no traspasarla. De modo que lo que Inglaterra pretende es tener un ancho espacio libre delante de sus centinelas, en donde puedan avanzar las garitas como han avanzado hasta aquí. 

En las negociaciones, la razón y la justicia están de parte de España. En alguna de las notas redactadas por el actual ministro emplea un lenguaje enérgico, que si alguna vez resulta demasiado vivo, es disculpable tratándose de Gibraltar, la herida siempre abierta en el costado de España.



El Día del 14 de enero de 1883
Publicado en la página 1:

El libro encarnado 


EL TRATADO DE COMERCIO CON INGLATERRA


Nuestros lectores conocen ya muchos documentos relativos a estas negociaciones. Reprodújolos el señor Jamar, tomándolos de los origínales ingleses, en su magnifico trabajo, objeto de tantas alabanzas. 

Nada nuevo vamos a decir hoy en cuanto al fondo del asunto. De acuerdo con las conclusiones del señor Jamar, y siéndonos imposible aducir un solo dato al completísimo estudio del publicista vascongado, vamos sólo á tratar lo que pudiéramos llamar parte política del asunto. 

Con la misma franqueza, con igual energía que declaramos injustas las pretensiones de Inglaterra en la cuestión de Gibraltar, hemos de decir nuestro pensamiento en lo relativo al tratado de comercio. 

En este asunto hay dos hechos que se imponen fatalmente al estadista español: la necesidad imperiosa de que nuestros productos tengan ancha y franca entrada en el mercado inglés, de una parte; y de otra, la resistencia formidable, verdaderamente desesperada de la industria catalana al tratado con Inglaterra. 

La necesidad del tratado es mayor que nunca hoy que provincias enteras atraviesan situación verdaderamente aflictiva, y nuestro principal artículo de exportación, el vino, pugna por encontrar mercados definitivos y seguros. 

España no puede conceder a Inglaterra de una vez y como base de futuras negociaciones, el trato de nación mas favorecida. La excepción hecha por los conservadores en 1877 fue una torpeza insigne; pero en las circunstancias actuales no puede ser esa torpeza remediada de una sola vez y como base de futuras negociaciones. No podemos pedir tampoco á Inglaterra que eleve a 38º Sikes el limite último de su escala alcohólica, pues esa petición revelaría el propósito firme de no tratar con la nación inglesa, que por complacer a España solamente no puede renunciar en un solo día a la principal base de su presupuesto y mucho menos en estos momentos en que Mr. Gladstone presenta como timbre de gloria de su política financiera la disminución en la importación de alcoholes. Para normalizar nuestras relaciones comerciales con Inglaterra es necesario seguir, con tratado ó sin él, un procedimiento análogo al del Sr. Figuerola en la ley de 1863, acortando mucho los plazos de las rebajas de nuestras tarifas. 

Confiamos mucho en la iniciativa del Sr. Pelayo cuesta para resolver esta difícil cuestión. Conociendo,
como conoce, la situación política y económica del Reino Unido, no pedirá esa elevación de la escala alcohólica hasta los 38° Sikes, contentándose con lo que pueda obtener á cambio de las rebajas que España necesita introducir en su arancel, no para favorecer los productos ingleses, sino para que no continúen los perjuicios que la situación actual causa á nuestro comercio.



    Luis Javier Traverso








Publicado en el Periódico el Día 


Documento del Archivo de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España.

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