Desde una altura de 8 metros cayó a la orilla del mar
Todos los heridos son de carácter leve
E1 pasado domingo, cuando regresaban de Adra los directivos, entrenador y jugadores de la Real Balompédica Linense, en tres taxis, el primero de ellos en el que viajaban don Francisco Villalta Montero, directivo al mando del equipo, y los jugadores Rafaelín, Rico, Borrego, Jesusín y Rosado, sufrió un aparatoso accidente, del que afortunadamente, no hemos tenído que lamentar graves consecuencias.
Aproximadamente a las once de la noche, a unos cuarenta kilómetros antes de llegar a Málaga, entre Nerja y Torre del Mar, el taxi que encabezaba la expedición, al subir una pronunciada pendiente tuvo que realizar un ligero viraje para tomar una curva, perdiendo el conductor el control de la dirección y saliendose el coche de la carretera, con tan mala fortuna que cayó desde una altura aproximada de ocho metros hasta la orilla del mar, después de dar tres vueltas completas en el aire. La postura en que quedó el vehículo al chocar con el suelo fue de costado, pero el propio impulso del coche lo hizo quedar sobre sus cuatro ruedas, por lo que pudieron salir sus ocupantes por sus propios pies.
Afortunadamente como el coche marchaba en primer lugar, al caer por los malecones que sirvieron de rompeolas, fue visto por los ocupantes del que le seguía en la ruta, los cuales se apearon rápidamente y descendieron como pudieron en la ruta en ayuda de sus compañeros, salvando a grandes saltos y a la carrera, con grave riesgo de su propia vida, por la oscuridad reinante, la distancia a que les separaba del lugar en que se había precipitado el taxi.
El entrenador don Antonio Vega y el directivo don Guillermo León Barba, Junto a los demás Jugadores prestaron los primeros auxilios a los accidentados, los que gracias a Dios, no habian sufrido graves heridas, sino tan sólo magullamientos generales y heridas leves en diversas partes del cuerpo, a pesar de lo aparatosa que fue la caída.
Es preciso destacar el compañerismo que existió en todo momento entre los expedicionarios, pues todos se esforzaron por hacer más eficaz la ayuda al herido, procurando que el que parecía necesitarla con más urgencia fuese ateniendo primero, con un gran y elevado sentido de responsabilidad y camaradería. El señor Villalta llegó a Málaga en el segundo taxi, habiendo dejado que ocupara el primero los restantes accidentados, a pesar de tener él lesiones en el cuerpo y fuertes dolores de cabeza como consecuencia de las golpes recibidos.
En la tarde del pasado lunes todos los accidentados fueron reconocidos por el doctor don Ricardo González Carrascosa, él cual diagnosticó que posiblemente no habría que lamentar fracturas de huesos, aunque habría que esperar definitivamente a realizar las correspondientes radiografías.
El accidente pudo tener graves consecuencias de haber ocurrido algunas horas más tarde, ya que una vez pasado este tiempo, cuando fueron a ver el vehículo éste se encontraba casi totalmente cubierto por las aguas y en estas condiciones la salida al exterior hubiera resulftado en extremo difícil.
Deseamos a todos los lesionados la más completa recuperación y que sus heridas no lleguen a la categoría de graves.
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periodico AREA el miercoles 21 de diciembre de 1960 en su página 6 |
Luis Javier Traverso
Gracias a la Colaboración del Archivo Municipal de La Línea de la Concepción
Gracias a la Colaboración del Archivo Municipal de La Línea de la Concepción