En Sevilla se apedrea y hiere a jugadores linenses
Un arbitraje pintoresco
Con estos titulos el señor X., nos envia desde La Línea y para su publicación la primera de una serie de crónicas relacionadas con el espeluznante partido que en Sevilla celebraron el Real Betis Balompié y la Real Balompédica Linense, el pasado domingo.
Ya la prensa de Sevilla, o , mejor dicho, parte de la Prensa, os ha traido algunos detalles de ese desdichado encuentro, y como quiera que guarda una relación estrechisima (por las circunstancias que en el han concurrido) con otro celebrado en Malaga entre el campeón de Andalucia y el «Malagueño», pensabamos decir unas cuantas verdades como las que oportunamente dijimos y seguiremos diciendo si Dios quiere.
«La ocasión la pintan calva», y no está en nuestro animo dejar pasar esta que se nos presenta ahora. Materia hay y en abundancia y si el autor del artículo o crónica que va a continuación, por cualquier circunstacia, en los sucesivos envios que nos promete, se olvidara algunas cosillas que nsosotros sepamos, ni que decir tiene que las diremos.
Dice así el señor X:
IMPRESIONES
El casino de la popular «Balona»» a pesar de lo entrado de la madrugada está concurridisimo. Se nota una agitación febril; se comentan con bastante calor las noticias que del resultado de Sevilla se había recibido telefónicamente.
Nunca como esta noche pasada he visto yo a mis paisanos tan inquietos y exaltados. Y esta exaltación tiene disculpa en tales momentos, por que no hay derecho a obrar de la forma que se decía -- y que luego se nos confirmó -- lo ha echo parte del público de Sevilla, ese mismo público al que siempre se le ha quierido presentar como modelo de deportivismo y en ocasión como la presente, se conduce sin prestar la menor hospitalidad a quienes lo visitan confiados en aquel deportivismo de que tanta gala se ha hecho.
EL PARTIDO
Después de las dos de la madrugada ha llego el primer «auto». Nos apresuramos a recoger las impresiones que pudieran darnos lugar a escribir la crónica. A los viajeros se le acosa demando noticias. Se forman animados corrillos; en cada uno de los cuales, un espectador del encuentro Betis-Balompédica refiere, con todo lujo de detalles, los acontecimientos mas notables del desdichado partido Uno resume:
Cuando los jugadores linenses saltaron al campo fueron acogidos con expresiones tan violentas que por si solas bastaban para cohibir el ánimo del más esforzado y valoroso. No han transcurrido cinco minutos de juegos, cuando Faico, el defensa balompédico, es retirado en brazos de sus compañeros, victima de una caricia bética. Sin saberse porque, Medina, que arbitraba (o hacía como si arbitrase, porque en realidad eran los jugadores del Betis los que le dictaban los fallos y corregía sus decisiones) pita un penalty contra la Balompédica, que es convertido en tanto. Desde este momento, los jugadores de la Balona se dan cuenta que el árbitro era un enemigo más con el que tenían que luchar. La actuación del «referée» da lugar a que nadié se entienda en el campo, y uno tras otro, son expulsados, con pretextos ilógicos e irrazonados, Carlos Anés, Infantes y Peña; este último --¡inconcebible!-- porque, agredido de obra por un jugador del Betis, protestó de ello. Los jugadores sevillanos consiguieron apuntarse siete goals, como pudieron haber llegado hasta los setenta, pues con seis jugadores linenses -- ya que Ramonet también se retiró lesionado-- poco podría hacerse, máxime cuando la actitud del público era cada vez más agresiva. un tanto logró la Balompédica, por medio de penalty, que fue hecho tan descaradamente por Jesús, que el «hombre del pito» no tuvo más remedio que castigar.
En evitación, tal vez, de que los linenses siguieran marcando, y demostrando su manifiesta parcialidad dió por terminado el encuentro ¡ 17 minutos antes del tiempo reglamentario !
LA AGRESION
Y si no fuera bastante --sigue hablando nuestro interlocutor-- lo ocurrido durante el partido, a la salida del campo jugadores y aficionados linenses, fuimos objeto de la más barbara agresión que puede concebirse. Nuestros «autos» fueron apedreados villanamente por una inmesa turba, que se deshacía en improperios. De una pedrada hirieron en la ceja izquierda al jugador linense Francisco López, Y gracias a la intervención del caballeroso deportista don Juan lópez García, cuyo señor tuvo que hacer uso de su bastón para imponerse y lograr que nuestros coches pudieran abrirse paso, las cosas no pasaron a mayores ya que intentaron hasta inutilizar y romper los neumáticos de los autos.
COMENTARIO
Lector: Lo que dejamos apuntado es la verdad de lo ocurrido en Sevilla. Como verás, en el partido Balompédica-Betis se ha descorrido el velo de la farsa, derrumbándose de una vez, y para siempre, el tinglado donde unos muñecos, dia tras dia han querido representar una bella obra, cuyos principales personajes eran doña Correción, don Deportivismo y doña Hospitalidad.
Los que abusando de su superioridad numérica—y desde luego dando tan enorme prueba de carencia de civismo— han agredido a los jugadores y aficionados que ven en el deporte una bella forma de intercambio de afectos —escuela donde se aprende a conocer a los pueblos— y nunca un motivo para desatar la fiera que algunos llevan dentro.
Por lo expuesto, ya saben a que atenerse los públicos de Andalucía, respecto a la leyenda con que siempre se nos presentó a la afición de Sevilla.
Y, mirándolo bajo otro punto de vista, hemos de hacer constar aquí el hecho de que el público del «Malagueño» se le castigáse con mucho menos motivo, ya que el partido pudo cclebrarse en la hora y media de juego que los reglamentos preceptúan, cosa que no ha ocurrido en Sevilla, donde, como hacemos resaltar anteriormente, el árbitro lo dió por terminado diecisiete minutos antes de lo legal.X.
Y, por hoy, basta.
Luis Javier Traverso
http://lalineablancoynegro.ltduende.com/
Gracias a la Colaboración de Olga Hernández