Las hijas de las madres que amé tanto me besan ya como se besa a un santo.
Ramón de Campoamor
¡Salve bellezas de La Línea, salve!
El vate a vuestras plantas
y para alfombra de esos pies divinos,
tiende la hidalga capa castellana.
El poeta os conoce. Sois capullos,
sucesión de otras llores que él cantara
en no lejano tiempo. Vuestras madres.
Por justa ley de herencia, sois tan guapas.
«Las hijas de las madres que ame tanto...»
—¿cómo los años pasan!—
miran ya al poeta viejo
con respeto y amor de cosa arcaica.
«Me besan ya como se besa a un santo...»
¡Oh, santidad amarga!
Porque no es santidad de altar e incienso
sino que dice de blancor de canas,
de una vida en ocaso,
de ilusiones truncadas...
¡Salve, bellezas de La Linea, salve!
Que hoy, al ser proclamadas
las más" bellas mujeres de La Línea.
del orbe las más bellas se os proclama;
porque son las mujeres de esta tierra
las más bellas de España.
y las de España, lo mejor del mundo. .
A vuestros pies el viejo vate os canta...
Eduardo Gómez de la Mata
La Línea y julio 1934
Poesía sacada del Libreto de la Velada de 1934
Luis Javier Traverso
http://lalineaenblancoynegro.com
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Gracias a la Colaboración de Santiago Quintana de Villar