Uno de los más grandes anhelos linenses se ha conseguido no hace mucho: que la ciudad disponga de agua abundante y de buena calidad. Desde su fundación, hace ya noventa y tantos años, La Linea ha carecido de agua potable, mejor dicho de un suministro normal y constante. La mayoría de las familias se han abastecido de pozos propios y desde hace algunos años —no muchos— el suministro de agua potable procedía de unos pozos construidos en la barriada de La Atunara.
Lógicamente, a pesar de los esfuerzos municipales, este agua no cubría las necesidades de una población que cada día va a más, por que el abastecimiento adolecía de deficiencias conocidas y reconocidas pero inevitables. El agua se suministraba solo a determinadas horas del día y por carecer de fuerza, dificilmente podía llegar a los pisos de las viviendas.
Hoy todo esto ha pasado, felizmente, a la historia de los recuerdas. Nuestra ciudad dispone ya —aunque todavía sin uniformidad— de agua de extraordinaria calidad procedente del pantano del Guadarranque, en la presa de Castellar, que no sólo cubrirá todas las necesidades humanas de la Comarca, sino que servirá para fertilizar tierras de cultivo de sus términos municipales.
Ante la llegada de este agua hemos pensado que en determinadas barriadas linenses podrían sugerir construirse fuentes públicas que indudablemente, cubrirían las necesidades de estas zonas muy pobladas, a las que no ha llegado todavía el preciado líquido, bien porque carecen de instalaciones o porque debido a que no son todas las viviendas definitivas no se ha planeado una urbanización total para las mismas.
 | ||
| periódico AREA el martes 11 de junio de 1963 en su página 4 |
Luis Javier Traverso
http://lalineablancoynegro.ltduende.com/
http://lalineablancoynegro.ltduende.com/
Gracias a la Colaboración del Archivo Municipal de La Línea de la Concepción
