El 11 de julio de 1987 se recibió un aviso de bomba en el hospital de nuestra ciudad. Para no correr riesgos, se procedió al desalojo, incluidos los enfermos más graves de la UVI (aún no se le decía UCI) que fueron trasladados a Algeciras.
El celador de pelo blanco que lleva los botes de suero se llamaba Bernardo
Documentos cedidos por Rogelio Rodriguez Jimenez.
Del periódico AREA
