La total
transformación que experimentó el muy conocido “Gran Britz", situado en la calle más céntrica y comercial de
La Línea de la Concepción, la de José Antonio /(actualmente calle Real), fue
extraordinariamente acogida en todos los sectores sociales de la ciudad.
El antiguo Café se convirtió, por obra y
gracia de unos técnicos capacitados y de un decorador de exquisito gusto, en
una moderna y funcional cafetería-restaurante que estuvo llamando la atención de
propios y extraños.
El nuevo
establecimiento comercial aumentó su
categoría como tal en un elevado porcentaje, ya que mejoró en todos los
sentidos. El público así lo reconoció y abarrotaba el local en las horas puntas
estando muy concurrido, además, durante las demás horas del día y la noche.
Bendijo
este nuevo establecimiento, que dio prestigio a La Línea de la Concepción, el
arcipreste de la ciudad, reverendo padre
don Juan José del Junco Domenech, párroco de la Inmaculada Concepción. Una
vez bendecido, la propiedad tuvo la gentileza de invitar a todos sus clientes
antes de ser inaugurado.
antes de ser inaugurado.
Todas sus
instalaciones mejoraron ostensiblemente, empezando por la distribución interior
de cocina, almacén y servicios. El establecimiento contaba además con un
modernísimo salón restaurante, en cuyo mobiliario y decoración el propietario
puso especial cuidado. La terraza interior, quedó muy coquetona y amplia, con
unos sillones corridos junto a la pared de extraordinaria comodidad. Resaltaba
también la “barra”, totalmente nueva, decorado el "frente con una
colección de automóviles de todas las épocas, detalle muy comentado entre los
clientes por su originalidad.
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Una vista parcial del suntuoso salón comedor de la Cafetería Restaurante Gran Britz, que desde que fue inaugurada, tuvo una excelente acogida, porque el público supo apreciar las comodidades, buen gusto y excelente servicio que ofrecía. (Foto Pérez Ponce) |
Si a todas
estas ventajas, se unía el completo surtido que poseía en vinos y licores, de
las más importantes firmas y la extraordinaria cocina de la que fizo gala,
tanto por las tapas como en el restaurante, no se podía extrañar que el
reformado “Gran Britz” era el local más
visitado de nuestra ciudad. La Prensa felicitaba a su propietario don Francisco Medina por el éxito que
supuso tan importante transformación en el aspecto comercial, y fue motivo de agradecimiento por parte de todos los
linenses, ya que, por su categoría, aumentó el prestigio de La Línea de la Concepción,
como ciudad próspera y de magnífico porvenir inmediato.
Publicado en el Diario AREA del martes 4 de marzo de 1964
Luis Javier Traverso
La Línea en Blanco y Negro